Tiempos de inversión ofensiva y tiempos de inversión defensiva
Los bienes raíces son el escudo y la espada, se defiende de la amenaza pero ataca en la oportunidad
Nos encontramos a una generación de olvidar los sucesos y aprendizajes que se vivieron en la historia, si no retrocedemos y miramos hacia atrás solo enseñaremos anécdotas presenciadas a los que vienen, nos hemos vuelto seres muy cortoplacistas debido a la velocidad con la que pasa la vida y las redes sociales.
Estamos aturdidos y alarmados por una situación nueva, desde la perspectiva económica para la generación que vive en las redes sociales un presente, pero que olvida leer y retroceder hacia el pasado, sin duda hemos vivido algunas crisis, pero aun no estábamos en la globalización, un ejemplo es la crisis del 2008.
La realidad es que la economía tiende a ser cíclica, nacen los mercados, se estabilizan, hay intercambios regidos por los costos y utilidades, crecen, se sobrevaloran y al final suelen ser burbujas con sobreprecios y se revientan, quedando en especulaciones lo que parecían realidades incuestionables.
Desde las primeras crisis registradas, como la que fue en los años de 1600 en la crisis conocida como tulipamanía originada en los países bajos, en la cual un tulipán llego a tener un poder similar de intercambio que una propiedad debido a que los ricos volteaban a verlas y las adquirían, inversionistas compraron miles de estas, especulando ricas ganancias, para cuando la clase rica puso la mirada en otros productos, las grandes inversiones apostadas sobre los tulipanes reventaron y resultaron ser falsos, quedándose en las manos solamente tulipanes, de la burbuja que explotó no quedó nada palpable.
De esto debemos aprender una lección para estos tiempos, hay burbujas que tronarán y no quedará nada que palpar, a diferencia de la crisis financiera del 2008, conocida como la burbuja inmobiliaria, causada por los sobre créditos otorgados para los inmuebles, la burbuja tronó y quien tenía como propio el inmueble para abrazar y palpar salió ileso y protegió su inversión, en cambio en la tulipamanía, quien tenía tulipanes como propios, motivos de la misma burbuja se encontró desprotegido con un vehículo de inversión que no tenía valor, se encontró con una realidad de mentiras , en la cual en su ideal poseía algo equivalente a una propiedad, pero cuando el rico desvió su mirada de estos se encontró con una mentira.
La diferencia radica en que un tulipán que se compró como inversión en la etapa de especulación de los ricos en los países bajos se hacía como inversión ofensiva, es decir inversión de ataque para crear utilidades, olvidando que en los ciclos económicos y tiempos de crisis se requieren inversiones de defensa, inversión de escudos, que soporten las devaluaciones, el tulipán fue exclusivamente inversión de ataque, en el cual al recibir el golpe tomo desprevenido y descubierto a la mayoría de los inversores, sin tener poder de defensa y murió su mercado, el problema fue que el tulipán solo tuvo características ofensivas, pero carecía de valor de defensa.
La inversión en el mundo de los bienes raíces goza el atributo de ser un vehículo de inversión de ataque y de defensa, en los tiempos de riqueza económica ataca, crea fortunas y utilidades, pero en los tiempos de crisis conserva su valor, hay momentos en la economía donde la intensión es crecer el dinero y obtener utilidades, pero en otras donde ganar es el simple hecho de conservarle, porque todos los mercados de alrededor están perdiendo.
Los bienes raíces fungen como un escudo que en las crisis toma el rol de hogar y refugio y en los buenos ciclos de rentas y utilidades. Un vehículo que cuando truena la burbuja hay ladrillos que palpar y una tierra que poseer y pisar.
El dinero nunca ha sido un escudo en las crisis, este es un alma que busca el cuerpo de algo que le haga crecer, y en esa búsqueda algunos se equivocan, como aquellas inversiones en la ya mencionada tulipamanía, el dinero que posee el cuerpo en el mundo inmobiliario entra a un cuerpo fuerte capaz de atacar y con agilidad para defenderse de los golpes venideros.
Sea que estás pasando por un buen ciclo económico, o bien que estés pasando por crisis, debes tomar solo vehículos de inversiones que contengan el atributo de atacar y crear ingresos agresivos, pero también que puedan defenderse en tiempos de crisis. No hay nada más seguro en el mundo que aquello que dispone un buen ataque y una buena defensa en todo sector, y el de las inversiones no es la excepción. Los bienes raíces son el escudo y la espada, se defiende de la amenaza pero ataca en la oportunidad.
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